
Ceto era una diosa primordial del mar en la mitología griega, junto con Forcis. Era hija de los titanes Ponto y Gea.
Ceto era la diosa griega que representaba los peligros del mar, pero también explicó la existencia de muchos otros personajes mitológicos.
La Diosa del mar
Se decía que Ceto era hija de dos Protogonos, deidades primordiales, en la forma de Ponto (Mar) y Gea (Tierra), haciendo a Ceto hermano de otras deidades marinas, incluyendo a Forcis, Taumas, Euribia y Nereo.
Ceto y Forcis
Ceto era considerada la diosa griega de los peligros del mar, y también la diosa de los monstruos marinos, y con los Fórcides, Ceto se convertiría en la madre de un número de monstruosas criaturas marinas.
Ceto fue madre de Equidna, que a su vez fue madre de monstruos como la Hidra de Lerna, y de Ladón, la serpiente que custodiaba el Jardín de las Hespérides.
Cuando se la conocía como Crataeis, también se la consideraba la madre de Escila, que trabajaba en asociación con Caribdis para poner en peligro la navegación de los barcos.
Los Fórcides incluían a Equidna, las Gorgonas (las tres hermanas Euríale, Esteno y Medusa), las Grayas (Dino, Enio y Pefredo), y Ladón, conocido también como el dragón de las Hespérides. A veces, el monstruo Escila también era considerado hijo de Ceto.
Las tres Gorgonas y las tres Greas, hijas de Ceto, eran personificaciones de los peligros ocultos del mar y de la espuma blanca del mar y, por supuesto, Perseo se encontró con ambos grupos de hermanas en sus aventuras.
Hijos de Ceto
Un último grupo de hijos de Ceto eran considerados como los cetáceos, el nombre general dado a los monstruos de los mares, que en términos generales incluiría ballenas y tiburones.
En la mitología griega hay dos Ceto famosos, el Ceto Troyano, y el Ceto Etíope, el primero encontrado por Heracles, y el segundo por Andrómeda y Perseo.