Todos conocen en alguna medida extractos de la mitología griega, desde chicos aprendido estas fantásticas historias que nacieron siglos atrás de las mentes de los pobladores de la Grecia tradicional. En su rica e impresionante cultura podemos encontrar una vieja historia de amor prohibido y rechazado por los dioses griegos. Hablamos del mito de Adonis y Afrodita.
Un desafío a los mismísimos dioses: El amor entre Afrodita y Adonis
La mayor parte de los que leen y les gusta la mitología griega reconocerán inmediatamente el nombre de la diosa de la belleza, la lujuria y la pasión. La cual conseguía seducir a un hombre con únicamente quererlo.
El origen del mito
Esta historia nace en las costas de Chipre. Afrodita, además llamada “la que aparece de la espuma”, surgió del mar después de que Cronos cortara los genitales de Urano y los lanzara al mar. De ahí surgió una hermosa mujer no comparable con ninguna diosa o mortal que existiera o hubiera existido nunca. Tal era su hermosura que el Olimpo la adoraba como a ninguna otra.
Pero su fama y popularidad como la más hermosa termino de forjarse después de un concurso Organizado por Eris. Esta ofreció como trofeo una manzana dorada que solo era digna de poseer la más hermosa de las diosas del Olimpo, entre las cuales postulaban Hera, Atenea y Afrodita. Zeus se negó a ser el juez para evitar cualquier enfrentamiento, por lo que fue Paris quién eligió a la diosa de “cabellos como el sol” como la ganadora. Afrodita le entrego a Helena como agradecimiento por su selección, ocasionando de esta forma la histórica guerra de Troya.
Esta diosa que era amante tanto de dioses como de mortales se encontraba casada con el feo y malhumorado Hefesto, dios de las forjas y el fuego, al cual engañaba con el sanguinario Ares, sin corazón y despiadado señor de la guerra. Pero fue entonces cuando nació un mortal con una historia especial, su nombre era Adonis.
Un hermoso niño
La crónica de Adonis empieza bastantes años antes de su nacimiento. El rey de Chipre había tenido una hija y este proclamaba a los 4 vientos que era el ser más bello de todo el mundo. A la diosa Afrodita no le sentó nada bien esta afirmación y como venganza le mandó una maldición que haría que el rey y su hija, la princesa mantuvieran relaciones incestuosas.
Tras quedar encinta de su padre, la joven huyó perseguida por este, que encolerizado tuvo la intención de finalizar con su imperdonable pecado. La diosa sintiéndose culpable por su imprudente elección, transformó a la princesa en un árbol de mirra, del cual 9 meses después surgió un bello pequeño mortal.
El destino del niño era dudoso. Para la diosa las cosas se habían salido de control. La pregunta era: ¿Qué acción llevar a cabo con el crío?.
Después de pensarlo, lo escondió en un reducido cofre llevándolo a Perséfone, mujer de Hades y reina del Averno. Le encargó que cuidara de aquel cofre sin jamás ver su contenido, puesto que Afrodita en el fondo había quedado impresionada con el pequeño y al crecer pretendía que solo fuese de ella. Con el pasar de los años la curiosidad pudo más que la diosa de los muertos y dirigida por sus instintos abrió el cofre encontrando al bello pequeño y enamorándose de él instantaneamente.
Los años pasaron y el crío se convirtió en un hombre fuerte, que salió de los avernos para transformarse en un distinguido cazador, como es retratado en muchas de las obras que se conocen sobre él, acompañado de dos perros, su arco y su lanza.
Un amor prohibido
Perséfone y Afrodita entraron en una disputa por la posesión del joven Adonis. Para Afrodita, Perséfone, había roto el deber de nunca abrir cofre, por esto las dos llevaron su caso frente el rey del Olimpo, donde Zeus salomónicamente decretó que Adonis debería pasar 4 meses con Afrodita en la tierra, 4 en el averno con Perséfone y 4 meses con quien él desease para que después pudiera escoger.
Afrodita no respetó las reglas de Zeus, seduciéndolo todos los días y llevando su romance a espaldas de Ares y Hefesto. Esta intensa historia se hizo muy famosa en la antigua Grecia. Se habían convertido en una clase de Romeo y Julieta de la época clásica de entonces. Inclusive se estima que William Shakespeare se inspiró en esta historia para hacer la suya. Pero ¿Qué pasó por último con estos amantes? ¿El final es trágico de la misma manera que en la obra de Shakespeare?
Un triste desenlace
Afrodita siempre aconsejaba a su joven apasionado que tuviera precaución en sus cacerías, puesto que no soportaría nunca el perderlo. En una de estas cacerías Adonis salió en busca de un colosal jabalí, este jabalí resulto ser Ares, quien se había enterado del romance y celoso tomó la decisión de ponerle fin con la desaparición de Adonis. A lo largo de la pelea Adonis fue herido mortalmente en la pierna por el colosal jabalí. Afrodita ha podido escuchar el grito de dolor y sufrimiento de su amado y bajó desde el Olimpo llegando solamente para verlo fallecer. Cuenta el mito, que de la unión de las lágrimas de Afrodita y la sangre de Adonis brotaron mágicamente bellísimas flores rojas.
Pelea de Adonis contra Ares
Para Perséfone, la desaparición de Adonis no era un inconveniente sino más bien una bendición puesto que al descender al inframundo, Perséfone podría gozar eternamente de la compañía de su ansiado mortal. Pero no todo sería tan sencillo. Afrodita volvió a recurrir a Zeus para soliciar estar con su joven amado. Zeus dictaminó que Adonis pasaría desde ese instante 6 meses con cada diosa. De esta forma Adonis consiguió la inmortalidad, considerándose un Dios por medio de ello.
Esta historia tiene mucha importancia en la mitología Griega, puesto que está de manera directa relacionada con las distintas estaciones. Cuando Afrodita y Adonis estaban juntos y la diosa se encontraba feliz, se producían el verano y la primavera, en tanto que cuando se sentía infeliz porque le tocaba el momento a Perséfone, llegaban a la tierra el Invierno y el Otoño.